Miguel Sobrado
Dedicado a Miguel Gutiérrez Saxe
La respuesta a la crisis institucional
Rodrigo Facio fue no fue solo un ciudadano y académico de su época. Ejerció un liderazgo decisivo aunque discreto en las transformaciones institucionales de los años 40, que partiendo de la investigación y estudio de lo nacional enriqueció, a pesar de las grandes limitaciones de comunicaciones de entonces, en el pensamiento más avanzado de América Latina.
Logró a la temprana edad de 24 años, elaborar un diagnóstico esclarecedor sobre la naturaleza sistémica de la crisis que aquejaba nuestro país en aquel entonces. Su certero diagnóstico cimentó primero y estimuló después la construcción colectiva de un proyecto nacional que se gestó a través del Centro de Estudios para los Problemas Nacionales.
De los problemas e inestabilidades cíclicas, derivados del modelo liberal agroexportador basados en el café y el banano, desarrollados por Facio en su Estudio sobre Economía Costarricense, fueron saliendo ideas y propuestas de reorganización institucional y de políticas públicas para diversificar la economía y abrir nuevos espacios para el desarrollo. En este proceso de maduración de ideas y proyectos participaron numerosos profesionales y personalidades que jugarían un papel activo en la definición de la Constitución de 1949 y de la puesta en marcha de la denominada Segunda República.
Se trató de un proceso de construcción de una visión de futuro compartida que aglutinó a un equipo y le imprimió de una lógica de desarrollo y los apoderó posteriormente de instrumentos legales e institucionales para llevarla a cabo. Poseedores de una visión de futuro construida colectivamente y de una moral de honestidad pequeño burguesa, que se fue consolidando y enraizando por oposición y negación los desmanes de la corrupción prevaleciente en las décadas de los 30 y 40 del siglo XX, un equipo transformador.