El Estado liberal del siglo XIX, al mismo tiempo que permitió grandes avances en el desarrollo económico, gestó profundas contradicciones sociales y políticas que llevaron primero a la gran crisis mundial de 1929 y posteriormente a la tragedia de la segunda guerra mundial. Como respuesta a esta hecatombe surgieron los estados interventores, por un lado el fascismo y la economía central planificada en la Unión Soviética y por otro, inspirados en el economista inglés John Maynard Keynes los llamados estados de bienestar. El fascismo se derrumbó con la segunda guerra mundial y la economía central planificada con el fin de la Unión Soviética. Los estados de bienestar, que se diseñaron para prestar servicios de educación salud y vivienda, entre otros, desde estructuras burocráticas institucionales, si bien cumplieron con su misión inicial, como carecían de controles de ciudadanos, con el tiempo se fueron haciendo pesados, cada vez menos eficientes. Los costos subieron desproporcionadamente, mientras que la calidad de los servicios se estancaba o reducía, generándose desequilibrios fiscales al mismo tiempo que crecía el malestar en los usuarios. Esta situación fue aprovechada en los años 80 por los neoliberales en diversas partes del mundo para impulsar programas de privatización y reducción del gasto público. En algunos casos, ahí donde había un cierto control sobre la gestión pública, alcanzaron un relativo éxito para la estabilidad fiscal y el desarrollo económico. Pagaron eso sí, el precio de un crecimiento creciente en la desigualdad y exclusión social que está resquebrajando el tejido social desestabilizando políticamente las grandes potencias. En otros casos, especialmente en América Latina y la antigua URSS, la privatización se convirtió en una “mesa gallega” esto es un festín con bienes públicos que no resolvió de manera permanente el desequilibrio fiscal y gestó un el malestar creciente y expulsión de la población.
Una colaboración de José Rodrigo Conejo y Libertad Sobrado
Han pasado ya dos meses desde la muerte de mi abuelo Cristián, Papi.
Celebro su vida, conmemoro su muerte. Suelto suavemente las lágrimas. Dejo ir, así como mi cuerpo deja ir la sangre. Tan pura y tan llena de vida, tan cercana al corazón… sale de mí, se va y se renueva. Ciclos de vida y muerte. Mi cuerpo me permite entender, que el dolor también es vida. Las lágrimas también son lluvias en mi bosque. Entonces también son hojas, son flores, son el canto de los pájaros.
Abrazo el vacío, lloro sobre mojado. »Y río porque amo el viento y las nubes y el paso de los pájaros cantores»
Fotografías: José Rodrigo Conejo
Texto y edición: Libertad Sobrado
Poemas
Gioconda Belli, Mayo
Lo mas cercano a nuestro corazon
Nuestra sangre.
Mi Sangre.
Hoy
Quiero llorarme
Quiero lloverme
Quiero sangrar mi ciclo »
Entrevista sobre el método de capacitación masiva y el papel de las alianzas políticas, en memoria de la vida y el trabajo de Clodomir Santos de Morais.
La coyuntura internacional (Vietnam) y regional (Cuba y Centro América) de las guerras campesinas en los 70’s y el contexto nacional, así como las alianzas que permitieron consolidar las tomas de tierras apoyadas por los comunistas y los universitarios en la formación de cooperativas campesinas y de obreros agrícolas en Costa Rica.
Una entrevista de Rosaelena Muñoz Ugalde
Serie fotográfica basada en la interpretación libre del poema “Vuelo supremo” del poeta costarricense Julián Marchena.
Vuelo Supremo
Fotografías: José Rodrigo Conejo, Libertad Sobrado y Miguel Sobrado.
Heredia, 2018
El 25 de julio se celebra el día de la Mujer Afro-Latinoamericana. Con ocasión de esta festividad, Indiana Nomma, cantante y artista latinoamericana, nos da declaraciones.
En este vídeo documental hecho por Mundo Latino – Cuba, podemos descubrir la finca de permacultura de José Antonio Casimiro y su familia.
Agro-ecología, permacultura o innovación campesina?
Hay varios términos para definir estos sistemas de diseño aplicados en las fincas a través de los cuales se responde a problemáticas del ámbito ecológico, económico y social. Bien nos explica José Antonio »No es nada más arroz y frijoles o yuca, son también esperanzas, son también formas de vida…», el valor agregado viene en el aprovechamiento máximo de los recursos, pero también en la satisfacción de los trabajadores.
Contrasta la limitación estructural de los métodos asistencialistas, mencionados en artículos anteriores, con las posibilidades y resultados del método moraiseano aplicado con éxito durante cuatro décadas en tres continentes. Integrando a las comunidades al desarrollo en oposición del sistema clientelista de poder.
El método parte de una visión epistemológica diferente que destaca el potencial de la gente a partir la capacitación en organización en condiciones de autonomía. Parte de las necesidades de la comunidad o grupo, siempre y cuando este sea mayor de 40 personas. Para resolver sus problemas o necesidades la gente debe organizarse para compartir los insumos indivisibles, tales como maquinaria o profesores. En este proceso que dura de dos a ocho semanas según las condiciones la gente se apodera de la organización con división social del trabajo. Esta capacitación no solo les resuelve la necesidad sino que los habilita para atender otras necesidades de la vida comunal y económica y pueden dar grandes saltos en la medida que se insertan en los poderes locales o reciben los servicios necesarios para atender sus proyectos.
Este método ha desarrollado un marco conceptual y metodológico para formar formadores especialistas en organización generadora de capital social. Esto no ha sido nada sencillo se han requerido muchas décadas de experiencia y de sistematización de los resultados para lograr la versatilidad necesaria frente a realidades diferentes y cambiantes.
En Honduras este método facilito la reforma agraria de los 70s contribuyendo a formar 1063 empresas asociativas, en Costa Rica, México, Brasil, Portugal y en varios países de África ha dejado su aporte en las décadas pasadas( x)
Más recientemente en África del Sur, esta metodología latinoamericana ha sido particularmente innovadora y se aplica ya con gran éxito en 49 cantones de seis provincias desarrollando ciudadanía y soporte operativo a los municipios. La política parte de la dualidad local entre las economías modernas y las de subsistencia considerando que en estas última es difícil generar empleos permanentes. Por eso las instituciones nacionales y los poderes locales dedican el esfuerzo a facilitar recursos a las comunidades organizadas para resolver sus problemas comunales urgentes. De tal forma las comunidades que se organizan para resolver sus problemas reciben de los gobiernos municipales dos días de salario semanal-anual para cada uno los participantes en estos grandes laboratorios comunales. Este dinero les permite resolver sus problemas urgentes, mejorar las condiciones de vida e inyectar organización comunal y recursos monetarios que estimulen la vida de la economía local. De tal forma que en vez de ser una donación que humilla, como es el caso de las políticas asistencialistas, transforma a las comunidades y personas en ciudadanos activos y dignos al mismo tiempo que gesta y fortalece el sistema de gestión local. (xx)
Como se puede apreciar esta metodología es muy versátil. Eso sí exige el reconocimiento del medio, su historia y de las fuerzas actuantes. No aplica recetas sino promueve la capacidad de adaptarse a los cambios y establecer alianzas. Es un método que exige el conocimiento, pero también la sensibilidad y versatilidad del arte esta combinación es la que viene abriendo un sendero de esperanza a la ciencia social aplicada como factor de conocimiento y transformación.
Su aplicación, a pesar de los excelentes resultados obtenidos, ha enfrentado un camino empedrado por las resistencias de una pedagogía para niños aplicada a adultos, pero sobre todo por las resistencias del sistema de poder que se sustenta del clientelismo. No obstante, es hasta el momento, el único camino probado para dinamizar las fuerzas latentes y evitar la exclusión y la descomposición del tejido social.
En síntesis
La política social asistencial y el tutelaje clientelista de la organización de base, son parte de un sistema ideológico que no considera la posibilidad de incorporar, a los excluidos a la vida social plena, ha sido incapaz de mantener el tejido social. En los países desarrollados genera cada vez más turbulencias y está contribuyendo a transformar en estados fallidos los países de la periferia. Se está generando una amenaza global creciente que encamina las naciones haca peligras explosiones sociales con repercusiones violentas al interior de los países y en las regiones.
Esta amenaza no se puede obviar sin decisiones políticas estratégicas que conlleven un cambio de paradigma en las políticas sociales estatales y la de las organizaciones sociales especialmente las de segundo y tercer grado.
La metodología de capacitación masiva, surgida de la práctica autónoma de las organizaciones populares ha marcado un sendero de esperanza durante las últimas décadas en tres continentes, que puede transformar la desesperanza y la violencia en un proceso progresivo de incorporación organizada de los excluidos a la vida social. Que esta metodología u otra similar basada en los mismos principios se imponga no será fácil por los intereses y fuerzas en juego, pero las turbulencias sociales y las amenazas crecientes de un gran desastre planetario están generando las condiciones para que sea considerada cada vez más como una alternativa dinamizadora de las voluntades y acciones de las grandes masas.
X Un futuro para los excluidos compiladores Raff Carmen y Miguel Sobrado 2004
XX www.seriti.org.za
Bajo el nombre de tecnologías y metodologías se ha abierto un amplio mercado en el campo de las ciencias sociales y administrativas, que evoluciona según las modas y demanda ideológica institucional. De tal forma se ofrecen respuestas a requerimientos técnicos y políticos de los proyectos elaborados desde los escritorios gubernamentales.
La oferta, cuando es técnica y la población ha sido previamente escogida en zonas de capital social, esto es comunidad cívica organizada, y por sus resultados, por ejemplo microempresas seleccionadas para una incubadora, pueden presentar resultados satisfactorios. No obstante, cuando se trata de procesos mayores de promoción y organización con poblaciones carentes de capital social, que requieren autonomía para su desarrollo y buena gestión, los métodos adoptados por la institucionalidad presentan limitaciones serias.
Estas limitaciones tienen su origen en el sustrato ideológico del que parten los planes y proyectos institucionales, que suponen, en el caso de los profesionales y técnicos, que los “beneficiarios” por su bajo nivel educativo, deben ser llevados de la mano en la definición y en la ejecución del proyecto. Esta visión es congruente con las relaciones de poder clientelistas, que procuran que los programas públicos les sumen respaldo electoral.
En este sentido, aunque formalmente en los proyectos se destaque la importancia de la “participación”, en la práctica la descartan cortándole las alas a las iniciativas locales gestoras de creatividad y apoderamiento ciudadano.
En su conjunto los profesionales asistenciales, por una parte, y los políticos clientelistas por otra, operan como un sistema; que mata la voluntad, la iniciativa y la capacidad de organización de quienes tienen potencial para hacerlo. Los profesionales para no crearse problemas, en vez de rescatar la experiencia local, inducir el conocimiento y estimular la organización autónoma, imponen los procesos preestablecidos. Como resultado los proyectos no son vistos como propios por quienes deben beneficiarse, sino como proyectos institucionales, de tal forma el éxito o el fracaso es atribuido a la institución patrocinadora.
Los profesionales son estimulados por las estructuras institucionales y políticas, a mantener este proteccionismo y cohonestar el clientelismo.
Esta visión de los excluidos como “pobrecitos” configura e incuba un sistema que atenta contra la naturaleza del aprendizaje y capacitación. La andragogía es la disciplina que rige la educación de adultos; ésta, a diferencia de la pedagogía que es para los niños, exige para hacer eficaces los procesos de capacitación, la existencia de autonomía en la definición de proyectos y su ejecución por parte de los sujetos. Tratar a la población adulta como niños que hay que llevar de la mano definiéndoles las metas y los procesos, es actuar a contrapelo del conocimiento y la naturaleza del aprendizaje y la capacitación.
Al cargar con el “pecado original ideológico”, los enfoques más elaborados se concentran en aspectos técnicos, dejando de lado el potencial creativo subyacente de los sectores populares que solo aflora y cobra vida con la autonomía organizacional.
La organización como apoderamiento social
La organización, para algunos puede ser una disciplina más. Una actividad propia solo de las empresas y organizaciones, pero es mucho más que eso. La organización es un componente esencial para el desempeño en la vida social. Desde el más temprano proceso de socialización se definen roles, se moldean modelos y se construyen expectativas de vida y capacidades de desenvolvimiento. Se forjan expectativas y capacidades de los individuos y grupos, dependiendo de la posición en la escala social. En este proceso se generan también techos que definen límites a los individuos y grupos en dicha escala.
El poder social cívico y económico depende de la organización y esta a su vez de la autonomía que brinde en el proceso de capacitación organizacional. Sin autonomía no es posible la capacitación. Sirva de ejemplo, por su carácter didáctico, la capacitación técnica en el manejo de vehículos. Un chofer no se capacita con un curso teórico, requiere de práctica, el instructor debe cederle la dirección y la responsabilidad en su manejo. Solo cuando el aspirante a chofer entra en contacto con el vehículo (el objeto), es que descubre las calidades operativas del vehículo, por su parte, consolida el conocimiento y desarrolla las destrezas requeridas para su manejo. Este mismo proceso de autonomía debe darse, adecuándose a la situación, en los procesos de capacitación en organización si queremos que sean ciudadanos apoderados y no clientes pasivo dependientes.
La teoría de la actividad desarrollada por A.N Leontiev en su libro “Actividad, conciencia y personalidad” sobre los procesos de aprendizaje ha marcado una pauta importante en el quehacer científico contemporáneo destacando la importancia de la autonomía en los procesos de capacitación. Este importante requisito, sin embargo es diluido por las prácticas institucionales e incubada y protegida por las redes clientelistas de poder, especialmente cuando desde el sistema institucional se patrocina la cooptación y control institucional, utilizando fondos públicos para imponer dirigentes y lealtades en los movimientos emergentes.
Para que la política social sea incluyente y genere ciudadanía en vez de clientes, tiene que asumir el camino de la andragogía y romper con las redes de poder. Sin embargo esta transformación no se dará por convicción académica, sino por la erosión del tejido social y sus repercusiones. La turbulencia social estimula y configura alianzas.
Que la tierra era redonda lo sabían los sabios del renacimiento, pero se cuidaban mucho de decirlo para no ser condenados a la hoguera. No fue sino cuando se cerraron las vías al comercio, que se crearon expediciones a ultramar. La turbulencias crecientes en el ámbito mundial están creando las condiciones y necesidad de superar el clientelismo y redescubrir el camino del conocimiento.