Hay que propiciar la articulación de la economía como un todo, e integrar progresivamente su sector tradicional con el moderno. Esto no solo es posible sino necesario para un desarrollo equilibrado y sustentable. Es importante la atracción de nueva tecnología y la de capital externo para impulsar las ventajas comparativas del país, pero esto es insuficiente sin procesos de encadenamiento del sector tradicional.
La eliminación de actividades manufactureras por parte de Intel en nuestro país ha sido, en lo fundamental, un caso de falta de visión de dicha empresa sobre la evolución del sector de los microprocesadores a raíz de la irrupción de los móviles inteligentes, pero sus efectos negativos, nada despreciables, sobre la economía nacional pudieron haberse mitigado si, en vez de mantener una política de zonas francas, donde solo se beneficia el capital extranjero, hubiésemos tenido una política de zonas económicas especiales como la que han puesto en marcha China y otros países asiáticos.
La modificación al artículo 11 de la Constitución Política realizada en el año 2000 fue muy acertada en su espíritu y letra, y hubiera sido de gran importancia para la buena gestión pública y el ejercicio ciudadano si se hubiera aplicado como debe ser, de acuerdo con el régimen de derecho ya que establecía la obligación de someter la administración pública “a una evaluación de resultados y rendición de cuentas, con la consecuente responsabilidad personal para los funcionarios en el cumplimiento de sus deberes”.
De las calidades personales excepcionales de don Jorge Manuel Dengo se ha escrito bastante, aunque no suficiente, pensando en aprender de su experiencia. Para valorar sus calidades y poder aprender de las relaciones sociales que lo formaron, conviene aportar algunos elementos más para ubicarlo en su tiempo y contexto sociopolítico.
El proceso de transición con alto crecimiento económico de China” es una lectura obligatoria, para quien desee iniciarse en el conocimiento del desarrollo de ese país que nos brinda Patricia Rodríguez Holkemeyer. Se trata de un trabajo muy refrescante sobre la gestión pública en ese gran país que permite, aunque esto no se lo proponga la autora, realizar un contraste con la gestión pública nuestra, así como ubicar los principales problemas y posibles puntos de apalancamiento para hacer las transformaciones institucionales que requiere nuestro país.
En una época de ajustes como la que vivimos, la atención a las clientelas políticas se restringe cada vez más solo a los que tienen capacidad de presión y a los momentos preelectorales.
El clientelismo como manejo del poder, no solo está agotado, sino que actúa como un factor desintegrador del Estado. Esto es particularmente grave cuando se carece, como sucede actualmente en nuestro país, de una visión de futuro compartida, pues en esas condiciones la corrupción permea todos los niveles y la ineficacia se extiende en círculos a toda la administración pública.