Ver a las personas como seres con capacidades de reacción y organización, y no como “pobrecitos” que deben ser “ayudados”, fue la clave del éxito del Hospital sin Paredes.
Una muy buena noticia es la orden que el gobierno giró a los bancos públicos de orientar su crédito hacia el agro y la industria. Reactivar el sector tradicional es una tarea impostergable para estimular la generación de empleo y modernizar progresivamente la economía.
Existen dos grandes grupos de asalariados: los obreros y los administrativos cuyas experiencias previas les permiten ventajas en los procesos con división social del trabajo.
La noticia de cómo el narcotráfico capacita a los asesinos costarricenses para que operen como empresa moderna del crimen debe llamar a una reflexión profunda sobre su significado.
Perdedor es un concepto cargado de prejuicio que se aplica a quienes no tienen éxito en la vida económica, independientemente de sus circunstancias y formación. Por ejemplo, los productores agrícolas de subsistencia, cuya actividad era trabajar la tierra para atender las necesidades de su familia, en cooperación y trueque con sus vecinos.
Los costarricenses somos dados a pensar que con leyes y reglamentos se solucionan los problemas del país, como si, una vez aprobados, estos resolvieran los conflictos.
Uno de los efectos más criticados del populismo basado en liderazgos personalistas es que mina las instituciones republicanas, especialmente la rendición de cuentas y el control ciudadano.
Vista desde la coyuntura fiscal en que estamos, la respuesta es un no rotundo por tratarse de una propuesta inoportuna e improvisada. Sin embargo, de cara al futuro y a la luz de algunas experiencias internacionales, sería conveniente si se dan las condiciones adecuadas.
Los vertiginosos cambios políticos que experimentan todos los países del mundo apuntan a un objetivo claro: construir nuevas democracias. Las estructuras institucionales y legales se presentan cada vez más insuficientes para esa tarea.
Tres proyectos de colegiales costarricenses, escogidos por Intel entre 1.600 seleccionados de más de 7 millones de participantes de todo el mundo, nos obligan a reflexionar respecto al potencial creativo existente entre nuestros jóvenes, cuando se valora lo local y se actúa con voluntad, y el potencial del sector moderno sostenible.